Se avecina un inevitable reciclaje de los profesionales de las finanzas


Para que los profesionales de las finanzas ocupen el centro del escenario ante el director general y actúen como asesores en lugar de como calculadores de números, tienen que salir de su zona de confort.

En los últimos 30 años, el papel del Director Financiero se ha ido convirtiendo gradualmente en una pieza clave de los consejos de administración. Además, la automatización y la digitalización le están dotando a usted (y a sus compañeros profesionales de las finanzas) de nuevas herramientas. Cuando el tratamiento de los números y la entrega de los informes están totalmente automatizados, ya no es necesario dedicar hasta el 90% del tiempo a asegurarse de que los números son correctos. Y esta combinación puede reforzar la percepción del valor del equipo financiero en las decisiones estratégicas.

Surge un papel totalmente nuevo, para el que muchos profesionales de las finanzas deben prepararse. También significa que el Consejero Delegado y los demás miembros del equipo directivo pueden y deben esperar otras cualidades del Director Financiero medio. El Director Financiero y el Interventor deben ser asesores y no meros transmisores de cifras, y como profesionales de las finanzas que somos, nos gustaría fomentar esta tendencia.

El nuevo horario semanal

Según el calendario semanal tradicional, usted trabaja en el informe financiero el lunes, el martes y el miércoles. El jueves das los últimos retoques al informe y lo envías por la tarde por correo electrónico.

Uf.

El viernes, comprueba si alguien ha hecho o notado algo.

¿No…?

DE ACUERDO.

Vuelva a empezar el proceso el lunes.

En el futuro, la semana será así (y ya lo es en algunos departamentos financieros):

  • El lunes: El informe estará listo a las 8 de la mañana porque todo está totalmente automatizado. Lo hojeas y vas a las reuniones con las partes interesadas, haces preguntas y te pones de acuerdo sobre el estado de la empresa.
  • El martes: Lluvia de ideas sobre cómo mejorar la empresa a partir de los datos obtenidos.
  • El miércoles: Identificas las mejores ideas y decides qué hacer.
  • Jueves: Pones en marcha las iniciativas que impulsan el negocio.
  • Viernes: Calcula cuánto dinero han ganado las nuevas iniciativas para la empresa esta semana.

En el punto de mira

Tendemos a dejar que los responsables del área de negocio decidan qué hacer, basándose en nuestros números de la hoja de cálculo. Sin embargo, estas personas necesitan ayuda para comprender el significado que hay detrás de cada número. Entonces, ¿cómo podemos, como profesionales de las finanzas, ocupar un lugar central e implicarnos en la presentación del informe? Una respuesta clara es: empieza por la digitalización.

La digitalización de la función financiera permite entregar rápidamente las cifras a todo el grupo; en minutos y horas en lugar de días y semanas. Además de que las cifras presentan una imagen en tiempo real, se libera tiempo para el análisis y el asesoramiento al resto de la dirección.

Si presentamos un informe con cifras de hace tres semanas, cinco minutos después los responsables de la empresa estarán sentados discutiendo lo que deben hacer… sin nosotros.

Para que el trabajo financiero tenga sentido, debemos ofrecer cifras reales y evaluar el rendimiento de la empresa.

Tenemos que cuestionar la mentalidad: «No ganas nada con estos clientes en concreto, así que ¿por qué los conservas?». A continuación, corresponde a los responsables de la empresa decidir si actuar o si otros factores hacen que merezca la pena conservar a esos clientes.

Debemos pedir a todos los departamentos que nos cuenten más cosas sobre la empresa y su estrategia. De este modo, podremos presentarles recomendaciones el mes siguiente.

¿Por qué no es simplemente tarea de los responsables de la empresa leer ellos mismos las cifras y hacer algo?

Como su trabajo no consiste en entender las cifras, sino en generar negocio con los clientes, no tienen tiempo de profundizar en los números, pero nosotros sí. Tenemos que señalar cuando algo parece que va mal y hay potencial de mejora. Entonces, los empresarios pueden hacer su trabajo.

De este modo, el departamento financiero se convertirá en un centro de beneficios que añade valor, dejando de ser un mero centro de costes con la misión de mejorar la eficiencia.

Por qué es necesario el reciclaje

El progreso requiere esfuerzo. Muchos controladores se sienten más cómodos afinando y eliminando errores de las hojas de cálculo de Excel que poniéndose delante de la alta dirección para presentar un informe. El camino a seguir es empezar con pasos de bebé. Pero si un pequeño paso significa seguir jugueteando con Excel, no se avanzará mucho.

La función financiera debe ser más consciente de sus puntos fuertes. Mientras hemos sido esclavos de sistemas y procesos, hemos descuidado el papel de la gestión. Ahora tenemos que asumirlo.

Tenemos que ser líderes y no magos de las hojas de cálculo.

El departamento financiero es el único de la organización que realmente entiende de números. Por lo tanto, no tiene sentido que la empresa deje de utilizar esta información una vez entregado el informe. Tenemos que asumir el papel de asesores de la empresa y aplicar continuamente nuestros conocimientos únicos.

Ya no hay excusa para no avanzar, porque tenemos acceso a todo tipo de sistemas de automatización. Esto significa que muchos profesionales de las finanzas tendrán que pensar de forma innovadora. Sigue habiendo necesidad de ojos y manos para cuadrar las cifras, pero muchos directores financieros y controladores hábiles necesitan reciclarse para pensar más en términos de futuro, para salir al escenario y asesorar.

Autores:
Claus Finderup Grove, Director General de Konsolidator
Anders Liu-Lindberg, cofundador del Business Partnering Institute.