En el punto de mira
Tendemos a dejar que los responsables del área de negocio decidan qué hacer, basándose en nuestros números de la hoja de cálculo. Sin embargo, estas personas necesitan ayuda para comprender el significado que hay detrás de cada número. Entonces, ¿cómo podemos, como profesionales de las finanzas, ocupar un lugar central e implicarnos en la presentación del informe? Una respuesta clara es: empieza por la digitalización.
La digitalización de la función financiera permite entregar rápidamente las cifras a todo el grupo; en minutos y horas en lugar de días y semanas. Además de que las cifras presentan una imagen en tiempo real, se libera tiempo para el análisis y el asesoramiento al resto de la dirección.
Si presentamos un informe con cifras de hace tres semanas, cinco minutos después los responsables de la empresa estarán sentados discutiendo lo que deben hacer… sin nosotros.
Para que el trabajo financiero tenga sentido, debemos ofrecer cifras reales y evaluar el rendimiento de la empresa.
Tenemos que cuestionar la mentalidad: «No ganas nada con estos clientes en concreto, así que ¿por qué los conservas?». A continuación, corresponde a los responsables de la empresa decidir si actuar o si otros factores hacen que merezca la pena conservar a esos clientes.
Debemos pedir a todos los departamentos que nos cuenten más cosas sobre la empresa y su estrategia. De este modo, podremos presentarles recomendaciones el mes siguiente.